03-02 Tipos de imanes
El campo magnético de un sistema de RM se puede generar mediante diferentes sistemas de imanes:
imanes permanentes;
imanes resistivos (electroimanes);
imanes superconductores.
Existe un cuarto tipo, híbrido, que reúne características de imanes permanentes y resistivos.
03-02-01 Imanes permanentes
Ciertas aleaciones poseen propiedades ferromagnéticas. Un imán constituido por este tipo de materiales tiene la ventaja de no necesitar energía para mantener la intensidad de campo. Del mismo modo no necesita refrigeración porque no hay disipación de energía.
Estos sistemas tienen campos marginales limitados en comparación a otros sistemas de imán. Los costos de capital y operacionales de los imanes permanentes son bajos.
Una de las desventajas es el peso de los sistemas para la obtención de imágenes de cuerpo entero, aunque el desarrollo de nuevas aleaciones ha permitido reducir el peso de los sistemas con imanes permanentes de 100 a menos de 20 toneladas. Otro inconveniente en los sistemas de imanes permanentes es la intensidad de campo que son capaces de generar, que parece limitada en el momento actual a 0,3 T para la adquisición de imágenes, operando la mayoría en torno a los 0,2 T.
Muchos imanes permanentes tienen un campo magnético vertical que los diferencia de sistemas resistivos y superconductores con más campos horizontales (Figura 03-04). La dirección de campo tiene un impacto en la utilización de determinadas bobinas transmisoras y receptoras.
Figura 03-04: |
03-02-02 Imanes resistivos (electroimanes)
Los sistemas resistivos consisten básicamente en una bobina o una colección de bobinas a través de las cuales pasa una fuerte corriente eléctrica. Si estas bobinas se colocan en una geometría adecuada se puede crear un campo magnético homogéneo tal como se muestra en las Figuras 03-01 y 03-05. Estos sistemas requieren un alto consumo de energía (por ejemplo, una unidad de 0,1 T consume alrededor de 20 kW) y generan una gran cantidad de calor, por lo tanto necesitan sistemas de refrigeración de gran capacidad.
Figura 03-05: |
En la práctica, el límite superior de campo para imanes de gran diámetro es alrededor de 0,7 T, pero, por lo general, el límite para máquinas disponibles comercialmente es de 0,3 T. Existen campos marginales alrededor de estos sistemas. Típicamente su peso no supera las 5 toneladas, son los más ligeros de todos los sistemas para la IRM.
Los imanes resistivos tienen la ventaja de que pueden ser apagados cuando no están en uso o durante las emergencias.
03-02-03 Imanes híbridos
Algunas empresas han desarrollado imanes que son híbridos entre sistemas permanentes y resistivos. Se trata de electroimanes con núcleo de hierro en los que la energía magnética del imán resistivo se concentra en el espacio entre las piezas polares de hierro (Figura 03-06). Estos sistemas alcanzan intensidades de campo de hasta 0,4 T y son los más utilizados. Su peso suele variar en un rango entre 10 y 15 toneladas.
Figura 03-06: |
03-02-04 Imanes superconductores
Cuando ciertas aleaciones son enfriadas a temperaturas cercanas al cero absoluto muestran una reducción drástica en su resistencia a la corriente eléctrica: se convierten en superconductoras. Así, cuando las aleaciones superconductoras se colocan en el helio líquido (a temperaturas por debajo de un valor crítico de entre -263° C y -269° C o 4 a 10 K), altas corrientes pueden conducirse por una bobina construida de esa aleación y se puede producir un campo magnético extremadamente estable de intensidad muy elevada. El diseño básico de los imanes superconductores requiere la presencia de un sistema de enfriamiento doble que utiliza nitrógeno líquido como líquido criogénico en un primer contenedor (dewar o criostato) y helio líquido en un segundo dewar interno (Figura 03-07).
Figura 03-07: |
Recientemente, estos sistemas han sido sustituidos por otros con un sólo criostato, que utilizan un refrigerador (cryo-cooler). Cuando se carga con corriente, el imán superconductor no utiliza prácticamente energía eléctrica pero consume líquidos criogénicos. El helio debe ser recargado, lo cual es costoso, o bien ser repuesto través de un compresor conectado al sistema de RM que devuelve las sustancias criogénicas a su estado líquido. El precio del helio se cuadriplicó o más entre 2008 y 2013; aumentando así los costos de operación de la IRM. Entre tanto, existen ofertas comerciales de equipos de diámetro pequeño con campos ultra-altos para uso con animales. Estos utilizan imanes que no requieren enfriamiento con helio sino solamente una refrigeración (cryo-cooler) estándar de baja temperatura.
Los imanes superconductores generan grandes campos marginales y suelen estar aislados de forma que el entorno quede protegido.
Las limitaciones de intensidad de campo para los imanes superconductores aún no se han establecido. Para la formación de imágenes se han utilizado sistemas pequeños de hasta 9,4 T y sistemas de cuerpo entero también de hasta 9,4 T y para la espectroscopía se utilizan campos de hasta 14,1 T – y la intensidad de campo de las nuevas máquinas continua aumentando. Para la espectroscopía in vivo y la imagen funcional sólo se pueden utilizar imanes superconductores debido a las altas intensidades de campo que son capaces de generar.
El campo magnético de un imán superconductor puede ser descargado cuando la bobina pierde su superconductividad accidentalmente. Esto crea un aumento repentino de la temperatura que, a su vez, calienta los gases licuados del refrigerante. En esta situación los gases empezarían a hervir, aumentando su volumen y liberando helio. Este incidente es conocido como quench (véase el Capítulo 18).
Por lo general no se producen daños permanentes en el imán pero tiene que volverse a llenar con helio, para así conseguir el enfriamiento suficiente para la superconductividad, proceso que puede durar varios días.
Hasta hace poco, las bobinas para los sistemas de imán superconductor se hacían con niobio-titanio. En los últimos años, se han desarrollado nuevos materiales superconductores que permiten que la superconductividad ocurra a temperaturas más altas (hasta de 100 K). Sin embargo, la mayoría de materiales nuevos eran quebradizos e inadecuados para la producción de alambre (y por lo tanto de imanes). Además, muchos de los materiales pierden su superconductividad en presencia de campos magnéticos fuertes.
Entretanto, alambres y bobinas usando diboruro de magnesio (MgB2) pudieron producirse comercialmente [artículo de revisión: ⇒ Bud’ko], eliminando así la necesidad del helio líquido y la posibilidad de un "quench". Estos conductores nuevos [⇒ Marabotto] trabajando a 20 K permiten la producción de sistemas de RM superconductores abiertos de fácil acceso que operan a 0,5 Tesla con un desempeño igual al de los equipos de campo alto.
Las ventajas de estos sistemas nuevos son calidad de diagnóstico superior, costo más bajo, costos de mantenimiento más bajos, posibilidad de obtener imágenes en cualquier posición (acostado, parado, sentado, agachado), facilidad de instalación y operación, eliminación de la claustrofobia, poco ruido y, en general, amigables para el paciente.
Este desarrollo es un gran reto para los equipos de campo alto existentes, en particular porque la calidad diagnóstica de los sistemas de campo medio ya había sido descrita como igual a la de los de campos altos, aún antes de la introducción de bobinas superconductoras de alta temperatura (ver también: precisión diagnóstica – Capítulo 9).
La Tabla 03-02 resume las ventajas e inconvenientes de los distintos tipos de imanes.
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Tabla 03-02: Propiedades de los distintos tipos de imán.
Sistemas Híbridos TEP-IRM. Los equipos de IRM pueden combinarse con la tomografía por emisión de positrones (TEP) en una máquina [⇒ Shao]. Tales sistemas híbridos pueden proporcionar información funcional y anatómica complementaria acerca de un órgano o sistema específico aún hasta un nivel celular, talvez incluso uno molecular. En la actualidad, los sistemas TEP-IRM son un trabajo de investigación en progreso [⇒ Bashir]. Las exigencias técnicas de tales sistemas híbridos son altas, en particular en lo que se refiere al arreglo de detectores de TEP y de IRM en una sola estructura.